Según Glassdoor el sueldo medio de un UX Designer en España es de 44.445 euros al año. En otras webs la estimación no era tan optimista (36.261€ en Talent Garden; 25.841 en Indeed), pero sí lo suficientemente atractiva como para que me decidiera a dar el salto y hacer una inversión en mi futuro.
No te creas que solo me importa el dinero. Me gusta lo digital, me gusta el enfoque customer centric y me gusta aprender cosas nuevas. También me asusta un poco el futuro, no te voy a engañar. Vengo del mundo del periodismo y del marketing de contenidos y en los últimos dos años he escrito mucho sobre transformación digital, los empleos que van a desaparecer –según el Foro Económico Mundial, para 2022, 75 millones de personas podrían perder su empleo como consecuencia de los cambios tecnológicos– y sobre lo que deberían estar haciendo las personas y las empresas para que este nuevo escenario no les (nos) pille de sorpresa.
A nadie se le escapa lo que ha cambiado el mundo en los últimos ¿diez minutos? La tecnología no para de evolucionar, aunque la mayoría sigamos trabajando igual o casi igual que hace cinco años. ¡Pero si la mayoría de oficinas y administraciones públicas siguen utilizando Internet Explorer! Como eso da para otro post, de momento, aquí te dejo este Mapa del Empleo de la Fundación Telefónica con las profesionales y habilidades digitales más demandadas en la actualidad y entre las que aparece, claro, la de Especialista UX.
Algunas preguntas y respuestas
- ¿Qué significa exactamente UX? No en la teoría, en ese mundo ideal en el que el usuario está en el centro de todo y las empresas solo hacen que buscar su felicidad y su satisfacción, sino en la realidad, en el trabajo del día a día.
- ¿Qué es necesario aprender para convertirse en UX?
- Y sobre todo, ¿cómo se puede meter la cabeza en un sector tan especializado sin tener experiencia previa?
Esas eran algunas de las preguntas que me hacía cuando empecé a buscar cursos, posts y escuelas para convertirme en Diseñadora UX. Aunque las que más me importaban eran las que tenían que ver con los miedos y las dudas: ¿Tenía sentido empezar de cero? ¿Cómo podía relacionar lo que yo hacía con el diseño y la experiencia del usuario? Tantos interrogantes me abrumaban así que todo quedó reducido a una sola: ¿Por dónde empezar?
Lo primero que hice fue tirar de mi vena periodística, es decir, preguntar. ¿Más? Sí, pero esta vez a las personas adecuadas. Me puse en contacto con gente que conocía en el sector para saber cómo lo habían hecho ellos y ellas. La mayoría venían del diseño web. “Estupendo”, pensé, pero aún así decidí seguir adelante. Me hablaron del Máster de Diseño de Interacción y Experiencia de Usuario en la UOC, pero lo descarté porque se extendía demasiado en el tiempo y era más bien teórico. A mí me encanta la teoría, pero en este caso –encontrar nuevas oportunidades laborales– necesitaba muuucha parte práctica. Miré en CICE y en la Escuela Trazos, ambos con bastante prestigio, pero tampoco me convencieron los horarios. Finalmente, me matriculé en un curso intensivo de UXER School.
Lo que me convenció del curso de User Experience Immersive era su planteamiento completamente práctico: el curso consistía básicamente en diseñar un producto digital pasando por todas las fases del proceso de UX. Lo único malo: la rapidez. Apenas 70 horas para hacer el research, sacar conclusiones (los famosos insights), conceptualizar la idea, testearla, inventar un modelo de negocio, prototipar, volver a testear, mejorar los wireframes, diseñar y hacer una presentación. ¿A qué te has estresado solo de leerlo? Pues todo eso en apenas dos meses, los fines de semana. Una introducción express en el mundo del UX. Justo lo que yo buscaba.
Fases del curso en Uxer School
El proceso-curso se divide en cuatro/cinco fases:
- Fase de Investigación – en la que se estudia el problema.
- Fase de Análisis – en la que se recoge toda la documentación de la fase anterior y se definen los insights que guiarán el proceso.
- Fase de Ideación – en las que a partir de técnicas de brainstorming, etc. se plantean las soluciones a los problemas que se han definido.
- Fase de Implementación – en la que se da forma a esa idea: wireframes, prototipos, diseño final…
- Testeo con usuarios – se va introduciendo en puntos clave del proceso. Es uno de los principios del UX: hay que probar si lo que hemos pensado funciona para los usuarios. Lo normal es hacer un test y después iterar, es decir, repetir el proceso de ideación – implementación – testeo incorporando su feedback.
Estábamos terminando la cuarta fase, con nuestro prototipo a punto de ver la luz y ser testeado por los usuarios cuando… efectivamente, se declara una pandemia mundial. Vaya, esto sí que no lo vimos venir en nuestra fase de Research. Tuvimos las dos últimas clases online y dejamos pendiente la entrega de proyectos para cuando pudiéramos volver a salir de casa.
Todavía no he podido poner en práctica lo aprendido en el curso en el mundo real, aunque, la verdad, creo que nadie sabe cómo va a ser este nuevo mundo real post-pandemia. Nos tocará iterar y volver a la fase de ideación. Reinventarnos, como intentaba hacer yo antes de que empezara todo esto, y testear aplicando lo que hemos aprendido en este tiempo de confinamiento. No he encontrado respuestas para todas mis preguntas, pero sí que se ha cumplido el refrán que me inventé al principio del post: ‘edad nueva, vida nueva’.
1 Comentario
La verdad es que la situación actual nos pilló a todos de imprevisto. Mucho ánimo porque el mundo UX es muy bonito y seguro que con constancia «meterás la cabeza», ésto será únicamente el primer paso! Saludos y ánimo!