Índice Experiencia
La vida da muchas vueltas y las vueltas dan mucha vida
Finalicé mis estudios universitarios de Trabajo Social allá por el año 2013. Mi trayectoria iba encaminada directamente a la Justicia Penal Juvenil para trabajar con menores en conflicto con la Ley. Lo tuve claro desde el principio y de esta forma, el último año me mencioné en esta rama y cursé un Experto Universitario para especializarme en ello.
A veces la vida tiene otros planes para nosotros
Comencé como voluntaria en diferentes asociaciones para colaborar en lo que pudiera ser útil mientras buscaba empleo activamente y en 2015 me ofrecieron mi oportunidad como Coordinadora de un Servicio de Atención a Personas con Discapacidad en Madrid. Creo que aquel fue el punto de inflexión donde supe que quería dedicarme a lo que ahora me dedico.
Desde entonces, he podido vivir desde muy cerca la experiencia de aquellas personas que conviven día a día con una discapacidad, ya sea física, intelectual o de cualquier otro tipo.
El mundo de la discapacidad me parece muy bonito y complejo a la vez
Cuando empiezas a trabajar en este ámbito, te das cuenta que hay que tener un mínimo de habilidades de muchos tipos, como puede ocurrir en cualquier trabajo. El factor que quizás añadiría, es que se presentan también casos muy duros y complejos, con los que hay que saber/aprender a lidiar.
Quizás una de las experiencias más enriquecedoras que he podido vivir en mi trabajo hayan sido los campamentos para personas con Espina Bífida, en los cuales ejercía de Coordinadora. Esa etapa de mi vida me puso a prueba en muchos sentidos, pues no sólo debía cumplir con funciones de ocio, sino muchos más aspectos, como tener en cuenta la búsqueda de lugares accesibles y adaptados a las personas que asistían al viaje, programar muy bien las rutas, estar muy pendiente de la documentación de cada una de ellas y preparada para cualquier urgencia que pudiera surgir si algo se complicaba en algún momento y requiriese atención médica.
Sin darte cuenta, desarrollas capacidades ocultas que no sabías que tenías e incluso se genera una doble personalidad, pues ya no sólo eres la responsable del óptimo desarrollo del campamento, sino también la “madre de todos a tiempo completo”. Cuidar y convivir durante tantos días, las 24 horas tanto con niños como con mayores, hizo que entrase en una burbuja de la que luego es complicado salir cuando concluye la experiencia, pues durante un tiempo determinado, se convierte en “tu mundo”.
Cuando trabajas con personas con discapacidad, aprendes de ellas más de lo que tú puedas enseñarles
Dicen que “el trabajo llama al trabajo”. Desde entonces, mi trayectoria profesional no ha cesado. Siempre desde el mundo del asociacionismo, también se me dio la oportunidad de introducirme en el mundo de la Educación trabajando en uno de sus recursos como son los Centros de Educación Especial y así he llegado donde estoy ahora. Actualmente en el Centro donde trabajo tengo una clase de referencia, son los chicos y chicas con discapacidad intelectual que cursan la etapa de Transición a la Vida Adulta (TVA), concretamente en el Programa Formativo de Artes Gráficas. Junto a la Tutora y el Profesor de Artes Gráficas, yo soy la responsable de llevar a cabo los talleres de Resolución de Conflictos y Habilidades Sociolaborales.
“La discapacidad no te define; te define cómo haces frente a los desafíos que la discapacidad te presenta”
Jim Abbott
Mi función principal es crear oportunidades de empleo para que, una vez los alumnos cumplan la edad límite y tengan que abandonar la etapa educativa, puedan acceder a un puesto de trabajo en el mercado laboral ordinario.
Hoy en día, seguimos encontrando mucho desconocimiento hacia el mundo de la discapacidad
Mentiría si dijese que es fácil encontrar salidas laborales para personas con discapacidad aun en los tiempos en los que nos encontramos. Sigue habiendo cierto desconocimiento y algunos prejuicios por parte de la sociedad en cuanto a las capacidades de este colectivo. Al igual que muchas empresas abren sus puertas y ofrecen infinitas oportunidades para que puedan lanzarse al mercado laboral, otras aún muestran cierta resistencia. Todo se reduce a desinformación y la falta de visibilidad de las buenas experiencias que, en muchos casos, se originan de estas situaciones.
A pesar de todo ello, no me gusta generalizar. Aunque se siguen encontrando casos puntuales, creo que cada vez la gente está más concienciada.
“Todos somos genios. Pero si juzgas a un pez por su capacidad para trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil”
Albert Einstein
Como sociedad, debemos abogar por la inclusión y que esa inclusión sea real y efectiva tanto en el mundo laboral como en la vida cotidiana. Las personas con discapacidad, en general, lo que necesitan (entre otras muchas cosas) es un entorno que los acepte, los respete y los trate como iguales, porque son capaces, valientes y, sobre todo por mi experiencia desde hace años, he podido comprobar que son personas muy resilientes.
¿Especial? Lo que tengo de especial son unos padres y un entorno que han luchado porque sea lo más autónomo posible.
Pablo Pineda – PERSONAcon Síndrome de Down
Todo lo bueno empieza sin barreras
Otro aspecto que creo importante resaltar, es la conciencia y la responsabilidad hacia el respeto de los espacios accesibles para las personas con discapacidad, así como la eliminación de barreras que puedan influir de forma negativa en el avance hacia una sociedad inclusiva.
En algunas ocasiones, algunas situaciones pasan desapercibidas debido a que se camuflan en la cotidianidad. Desde hace años, sigo viendo cómo algunos lugares siguen sin estar adaptados a sillas de ruedas, coches aparcados en plazas de aparcamiento destinadas a personas con movilidad reducida o en rampas que facilitan el acceso al asfalto desde las aceras. Por desgracia, eso no es todo, aunque encontramos muchos aseos habilitados para personas con discapacidad, si nos fijamos bien, el icono suele estar situado en la puerta del baño de mujeres, impidiendo así que un hombre en silla de ruedas pueda acceder a un baño del género masculino como, por norma general, debería ser.
Todo ello, quizás podría mejorarse partiendo de una mayor conciencia y conocimiento, así como intentando prestar más atención a aquellas acciones que en nuestro día a día realizamos de forma inconsciente, pero pueden ser importantes para personas que necesitan de nuestra empatía para crear una sociedad inclusiva.
El Trabajo Social sigue siendo invisible para gran parte de la sociedad
En mi día a día, aún me encuentro por desgracia mucha gente que no sabe muy bien en qué consiste mi profesión o a qué me dedico realmente. El Trabajo Social sigue siendo tan desconocido en algunos sectores como esas personas que desde hace mucho son invisibles para la sociedad.
Cuando alguien se convierte en Trabajador/a Social, ya está dando muchas pistas sobre ser una persona muy polifacética. El Trabajo Social abarca muchos ámbitos como pueden ser el Sanitario, Justicia e Instituciones Penitenciarias, Educación, Servicios Sociales Especializados como atención a infancia, familia (mediación y terapia familiar), personas mayores, mujeres víctimas de violencia de género, personas con discapacidad, acogida y atención social, etc.
El Trabajo Social deja de ser un trabajo para pasar a formar parte de la persona
En muchas ocasiones, esta profesión repercute a nivel personal, pero a veces no queda más remedio que descansar y no llevarse el trabajo a casa, pues es necesario un descanso psicológico cada día, así como “higienizar la mente”.
La mayoría de las veces, el Trabajo Social resulta muy gratificante porque te encuentras con historias de superación muy bonitas, pero otras debes estar muy preparado/a como profesional y sobre todo como persona para afrontar cosas que no gustan tanto y resultan muy frustrantes y duras.
Hasta donde puedo contar, mi experiencia como profesional en el campo del Trabajo Social me ha hecho crecer ante todo como persona. Muchas veces, te paras a pensar lo que ves en el trabajo y te sirve para valorar lo que tienes (mucho más). Gracias a mi trabajo intento ser cada día mejor, relativizar y minimizar los problemas y buscarles siempre la parte positiva. Valoro que he tenido suerte en la vida y cuando tengo problemas procuro ver la parte constructiva, pues creo que lo más importante es aprender a convertir la adversidad en una oportunidad.
Para terminar
Si algo tengo que agradecerle a mi profesión, es la capacidad de seguir creyendo en las personas con las que trabajo y en sus capacidades, el regalo que me ofrecen cada día de seguir aprendiendo de ellas y las ganas de luchar más y más fuerte por sus derechos.
“Ha sido establecido científicamente que el abejorro no puede volar. Su cabeza es demasiado grande y sus alas demasiado pequeñas para sostener su cuerpo. Según las leyes aerodinámicas, sencillamente no puede volar. Pero nadie se lo ha dicho al abejorro… Así que vuela”.
Cita de Paulina Readi Jofré
3 Comentarios
Maravillosa profesional y gran persona, trabajadora y comprometida con todo lo que le rodea , especialmente con su trabajo.
Amar tu profesión y defenderla como lo haces te hace más grande aún.
La sociedad necesita más gente como tú.
Me interesa seguir los avances que se logran en la sociedad en estos campos tan poco conocidos
Enhorabuena por estar convencida de lo importante que es este trabajo
Maravilloso lucia..mucho ánimo tu pu3des